Recientemente han salido a la luz varios casos que ilustran claramente la conveniencia de emplear formas de planificación sucesoria para intentar prevenir o minimizar los graves conflictos familiares que se suscitan por herencias.
Estos conflictos son previsibles, la mayoría de las veces, y existen herramientas valiosas y útiles para hacer algo al respecto. Muchas veces, sin embargo, se pierde la oportunidad de actuar a tiempo, por desconocimiento o falta de práctica en la materia.
Para tomar consciencia de ello, planteamos estos ejemplos, como forma de motivar la reflexión al respecto, de modo de aprovechar, o al menos considerar la posibilidad de tomar algunas medidas útiles para lidiar con esta situación.
El caso Manolo:
Hace poco se difundió la noticia sobre el asesinato, por su ex suegro, del Sr. Santurian, uno de los dueños de la conocida cadena de restaurantes “Manolo”. El sr. Santurian tenía dos hijas de su primer matrimonio. Sus hijas participaban en la vida familiar y empresarial de la familia. Pero la existencia de una tercera hija (menor de edad), que el Sr. Santurian tenía con la hija de su asesino, no era tan conocida.
Hasta ahora, no se ha conocido que el Sr. Santurian hubiera dejado testamento. Se espera, entonces, que su patrimonio sea repartido en partes iguales entre sus tres hijas. Al haber una menor, su madre será quien administre todo hasta que la menor alcance la mayoría de edad.
Claro que no se sabe si ésa era la verdadera voluntad del Sr. Santurian.
Hoy es común que existan hijos de distintas parejas, muchas veces con gran diferencia de edad.
La ley da iguales derechos hereditarios a todos los hijos. Pero lo cierto es que los mayores usualmente han recibido apoyo económico por más tiempo (la educación, por ej.).
La planificación sucesoria (testamento, fideicomiso, seguro de vida, pacto de herencia futura o una combinación de esas herramientas) permite prever lo necesario para cubrir esas diferencias del modo que el causante considera justo, dentro del margen que la ley le permite disponer libremente.
DJ Avicii.
También tenemos el caso del suicidio del reconocido DJ Avicii.
El causante dejó un patrimonio de más de 20 millones de euros, más regalías futuras. Falleció soltero y sin descendientes. Sus padres heredarán todo su patrimonio, por no haber testado de otra forma.
La planificación sucesoria habría permitido al célebre DJ tomar decisiones distintas, claro, dentro del margen que la ley le permite, según su legislación.
Duque Anton von Goëss.
Otro caso similar se presentó en Austria, en donde el mencionado noble mató a su padre, su madrastra y su hermano, por una disputa hereditaria.
Más allá de los ribetes criminales, el caso ilustra el interés material de los herederos que cuentan con dinero que no es suyo, y que no asumen que el causante puede disponer de él y consumirlo mientras viva.
En estos casos resulta muy importante contemplar lo necesario para que los cuidados en la tercera edad, cuando el causante ya no pueda valerse por sí mismo, no dependan de los herederos que quieren ahorrar ese dinero para sí mismos.
Otro caso famoso es el del Sr. Badía, que se ilustra en la siguiente nota periodística.
Guerra familiar: Conflicto por la herencia de Juan Alberto Badía: su última pareja se enfrenta a sus hijos
Mariana Pokrassa denuncia que no le cedieron los bienes que le correspondían, mientras que la familia del locutor la desconoce.
Hay una disputa familiar por la herencia de Juan Alberto Badía. Foto: David Fernández
Seis años después del fallecimiento de Juan Alberto Badía, se hizo público un fuerte conflicto por su herencia, impulsado por Mariana Pokrassa, la última pareja del reconocido conductor.
Pokrassa, que estuvo junto a Badía doce años, denunció que al poco tiempo del deceso, los tres hijos de él dejaron de responder sus llamadas telefónicas y no le cedieron parte de la herencia que -según ella- le correspondía.
Según explicaron en Pamela a la tarde (América, a las 15:30), Mariana sostiene que el locutor había expresado que ella debía quedarse con dos automóviles y una propiedad. "El un día me habló y me dijo que me iba a dejar la casa en la que vivíamos y dos autos. Yo le dije que no era momento de hablar de eso, pero él quería hacerlo", reveló.
Pokrassa contó que Juan tomó esa decisión "después de sacar cuentas como si hubiésemos estado casado". Sin embargo, eso nunca ocurrió. "(Los hijos de Juan) Me dijeron que no me iban a dar nada", reconoció.
"Antes de que lo operen Juan hizo un testamento, pero lo hizo tan mal que lo quiso quemar. 'A mí nadie me explicó cómo se hacía, hice cualquier cosa', me dijo. Ese testamento lo tenía guardado, yo nunca lo vi. Lo había lacrado y todo, pero lo quemó. Él nunca pensó que se iba a morir, por eso nunca hizo nada formal u oficial", contó Mariana en el programa.
Luego, explicó por qué no legalizaron su relación. "Nosotros no nos casamos porque Juan tardó un montón en tener el divorcio de su ex mujer. Por un motivo o por otro ella siempre le negaba la posibilidad de divorciarse y por eso nosotros no nos podíamos casar".
Tras su muerte, Juan Alberto dejó en herencia dos propiedades en Pilar, una tercer casa, los derechos del programa Badía en concierto, del libro En mi vida y de tres frecuencias radiales.
Juan Alberto Badía no dejó escrito un testamento.
"Yo trabajaba con Juan, estábamos en una sociedad a la cual yo renuncié hace un tiempo porque me dijeron que ésa era la manera y ahora me encuentro con esto. Yo no quiero nada más allá de lo que me dejó en la charla que tuvimos. Pero también sé que por el tiempo que estuvimos conviviendo tengo derechos a recibir la herencia", finalizó Pokrassa.
Por su parte, Bárbara, Natalia y Juan Agustín, los hijos de Badía, no quisieron hablar del tema, pero, según contó Carlos Monti, uno de ellos afirmó: "Mariana no pertenece a la familia de Juan Alberto".
Fuente https://www.clarin.com/espectaculos/fama/conflicto-herencia-juan-alberto-badia-ultima-pareja-enfrenta-hijos_0_rJakMB3eX.html Clarín 11/06/18