La cuarentena puso en jaque a las aseguradoras por crisis de liquidez
Por Jorge Herrera
31 Marzo 2020 - 00:00
Nadie se salva. Ni, irónicamente, el sector seguros. El Covid-19 y sus esquirlas hacen estragos en las compañías.
Más allá de la ironía, ni el sector asegurador se salva del tsunami de la pandemia Covid-19. Es que el cóctel compuesto por las últimas operaciones financieras, la escalada del brote mundial del coronavirus y la cuarentena implementada en el país han puesto en jaque la liquidez de las compañías. “Nadie esperaba esto, los seguros menos, se les cayó la cobranza y tienen cheques en la calle que no van a poder pagar”, simplifica el dramatismo de la situación un legendario representante del sector. Mientras que Patricio Visegli, de la consultora SeguSabent, va más allá y explica que “las aseguradoras no están líquidas y sus inversiones hoy valen la mitad”, lo que es un problemón en las actuales circunstancias.
¿Qué es lo que pasa? Las compañías de seguros tienen fundamentalmente dos problemas: no están cobrando y están ilíquidas, y además hay cientos de cheques emitidos que pueden ser rechazados afectando la relación con clientes y proveedores. Por un lado, el tema de la iliquidez que, en realidad, ya viene de arrastre con la gestión Macri y del superintendente Juan Pazo (hombre del “Toto” Caputo) es un clásico de los últimos gobiernos desde los noventa, “inducir” a las aseguradoras (como al resto de los inversores institucionales) a comprar títulos públicos. Por ende también se dio ahora con el actual Gobierno. El sector seguros “apoyó” las iniciativas de la Secretaria de Finanzas a cargo de Diego Bastourre, comprando bonos y participando recientemente de un megacanje de deuda en pesos. Pero esto le restó liquidez. Si bien tienen los nuevos bonos valuados a “finish” y no a valor de mercado, sus balances están protegidos pero estos papeles hoy valen 30%.
Claro que entre sus activos también tienen inmuebles, que en general valen un 70% de lo que están marcados en los balances, pero hoy quién va a comprar una propiedad y menos desprendiéndose de dólares. O sea, las aseguradoras están entrampadas con estas inversiones y no tienen grandes plazos fijos ni activos para liquidar, salvo, “liquidando” posiciones a precios del 30% al 40%. De modo que las compañías que viven de la caja, o sea de la cobranza, y van con eso regulando el pago de siniestros, luego de pagar primero sueldos y comisiones, tienen ahora, sobre todo las pymes e incluso algunas grandes, el problema que se les acaba la caja al caérseles la cobranza, ya que la gente, principalmente, trabajadores informales y cuentapropistas (son alrededor del 30%) dejan de pagar al no estar trabajando. Aquí entra a terciar la cuarentena en su máxima expresión, porque a diferencia de lo que se cree, solo el 45% a 50% de la cobranza es vía débito automático. Según estimaciones privadas el 90% es pago electrónico. Aquí emerge la punta del iceberg, gran parte de los clientes pagan vía Rapipago y Pago fácil y hoy no funcionan y no pueden ir a pagar. Al respecto un legendario consultor cuestiona que “tampoco se sabe por qué ni Rapi ni Pago están depositando lo que ya tenían cobrado antes de la cuarentena”.
Un interrogante más. Lo cierto es que hay como mínimo un 30% de estos pagos aceptados electrónicamente que hoy no se cobran y eso es mucho para una aseguradora, ese 30% es aproximadamente lo que paga mensualmente de siniestros, según estiman en el mercado. Además los grandes clientes, las grandes corporaciones, pagan sus seguros directamente vía transferencia, sin broker intermediario, y hoy muchas de ellas con la caída en sus recaudaciones tampoco transfieren. Para muchos es la “Doble Nelson” sobre la cobranza. Pero por otro lado, las aseguradoras tienen el problema que han dado cheques diferidos para pagar siniestros, pagar autos, robos, proveedores, etc. No bien abran la feria van a recibir embargos y juicios como siempre, y no tienen la liquidez, activos tienen pero que hoy no van a liquidar porque no valen nada, por lo tanto están en un problema serio.
Esta es la situación de más de la mitad del sector asegurador. Y si bien el BCRA permitiría que pongan un sello de “cheque rechazado por cláusula forzosa” (por la cuarentena) de modo de evitar sanciones y cierre de cuentas, eso no evitará embargos cuando arranque el clearing porque el cheque rechazado es un titulo ejecutivo, lo meten y los embargan, después arreglarán pero primero los embargan. Frente a todo este aquelarre, la semana pasada una de las principales entidades del sector seguros presentó a la Superintendencia el pedido de eliminar los límites de inversión en porcentajes que hoy deben respetar las compañías, de modo que si alguna aseguradora quiere tener por ejemplo un 100% en plazos fijos lo pueda tener o tener un 100% en dólares también. Ya que si no pueden cobrar y están por arriba de los capitales mínimos exigidos puedan ir liquidando activos más fácilmente.
Fuente https://www.ambito.com/economia/la-cuarentena-puso-jaque-las-aseguradoras-crisis-liquidez-n5092386