Caja de ahorro en dólares vs. caja de seguridad: ¿cuál conviene más?
15 agosto, 2018 - Especial de Nicolás Litvinoff para el diario La Nación
La fuerte devaluación del peso y las perspectivas poco alentadoras para lo que queda del año producen un efecto “manada” hacia el dólar.
Ciudadanos de a pie que antes se acercaban al banco solo para retirar dinero a través del cajero automático ahora se encuentran urgidos a tomar decisiones financieras para no perder poder adquisitivo. De lo contrario, sus ahorros desaparecerán como arena entre los dedos.
¿Qué diferencia hay entre dejar los dólares en caja de ahorro o en una caja de seguridad?
Intentaremos aclarar este punto contemplando riesgo y rentabilidad.
Caja de ahorro en dólares
Con el cepo cambiario, las cajas de ahorro en dólares desaparecieron del mapa financiero, puesto que no estaba permitida la compra de divisas extranjeras para atesoramiento por parte de los particulares y las empresas. Cuando el actual Gobierno eliminó esa restricción, los bancos volvieron a incluir el servicio en sus paquetes tradicionales.
Actualmente, quienes poseen Cuenta Sueldo acceden de manera automática y sin costo extra a ese servicio. En consecuencia, pueden comprar dólares vía home banking en la entidad donde se les deposita el salario y dejarlos en la caja de ahorro.
Rentabilidad: Es prácticamente nula (0,01% anual). Podemos afirmar que los bancos no nos pagan intereses por mantener nuestros dólares en custodia. El dato positivo es que el acceso a esas divisas es inmediato y podemos utilizarlas tanto para invertirlas en Letes, bonos nominadas en dólares de mayor duración y fondos comunes, comprar con la tarjeta de débito en el exterior o extraerlas por cajero automático. Respecto de esta última operación, conviene siempre averiguar los costos: pueden llegar a 435 pesos por transacción.
Riesgo: Como el dinero está “a la vista”, el principal riesgo pasa por la posibilidad de que el banco quiebre o el sistema financiero se encuentre en una situación crítica de dimensiones semejantes a las de 2001, cuando el gobierno de Fernando de la Rúa, con Domingo Cavallo a la cabeza del Ministerio de Economía, impuso el “corralito” y pesificó los ahorros a un tipo de cambio inferior al que dictaba el mercado.
Caja de seguridad
El banco es el que brinda este servicio y cobra por el alquiler una comisión mensual, trimestral, semestral o anual relacionada con el tamaño físico de la caja, la zona en que está ubicada y la demanda existente al momento de la contratación. Hoy los montos van de 400 a 700 pesos por mes. Salvo casos desastres naturales, como un terremoto o un huracán, y de tragedias como una guerra, las entidades financieras se hacen cargo no solo de la vigilancia en las sucursales donde hay cajas de seguridad sino también de preservar la integridad de cada compartimento.
Ante casos de robo, hay una serie de medidas a cumplir, como la declaración de los bienes guardados, la demostración de que el cliente podía contar con esos bienes y la garantía mínima que se compromete a ejecutar cada entidad en caso de asalto.
Rentabilidad: Es nula. En una caja de seguridad podemos colocar desde dólares hasta escrituras u otros elementos de valor, pero no estamos invirtiendo nuestro dinero sino alquilando un espacio para poder resguardar lo que queramos.
Riesgo: Prácticamente no existe, aunque hay casos que no salen a la luz porque las entidades se apuran a resolverlos directamente con los clientes y satisfacer sus reclamos para evitar publicidad negativa. Aquellos que sí cobran estado público suelen ser masivos, como lo ocurrido en enero de 2011 con más de 170 cajas de seguridad en una sucursal de Belgrano del Banco Provincia o el cinematográfico asalto al Banco Río de Acassuso también en enero, pero de 2006. Estos hechos disparan interrogantes acerca de las condiciones de seguridad bajo las cuales las entidades guardan objetos de valor de sus clientes.
En estos casos es importante saber que las cajas de seguridad tienen una garantía por robo de distintos valores en función del tamaño de la caja, pero que puede ser incluso superior a los 50.000 dólares. Por supuesto, ese monto puede crecer si el cliente da muestras de un nivel económico superior y detalla el origen de los fondos supuestamente guardados, como una herencia, la venta de un inmueble o una indemnización recibida. En consecuencia, se recomienda guardar los documentos correspondientes. Quienes guarden joyas de mucho valor deberían tomar antes fotografías y hacerlas valuar por especialistas de una joyería o de compañías de seguro.
Conclusión
La caja de ahorro en dólares tiene un costo muy bajo o directamente no lo tiene (Cuenta Sueldo) pero sí esconde un riesgo sistémico dado que, si el sistema falla, muy difícilmente salga indemne. La caja de seguridad tiene un costo que puede variar y ser relativamente alto pero el riesgo de pérdida del bien resguardado es prácticamente nulo.
Quienes estén convencidos de que el dólar seguirá subiendo y se encuentren analizando opciones en la plaza financiera tienen ahora más información para tomar decisiones. Está en cada uno ver cuál se amolda mejor a sus ambiciones y su nivel de aversión al riesgo.